Prensa

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

La crisis ambiental es un reflejo de la civilización actual

26 febrero, 2015

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Morelia, Michoacán, a 26 de febrero de 2015.- “Es necesario reconceptualizar la temática ambiental en las universidades, y esto no sólo significa incorporarla en la currícula de las diferentes profesiones”, señaló Shafia Súcar Súccar, directora del Plan Ambiental de la Universidad de Guanajuato, durante la conferencia “Sustentabilidad Universitaria: los jóvenes y su capacidad de confiar y soñar” llevada a cabo en el auditorio de la Facultad de Biología de la UMSNH, ante la presencia de estudiantes, académicos y personal administrativo de la facultad.
Con la asistencia de la doctora Rocío del Carmen Montoya, coordinadora del Plan Ambiental Institucional (PAI) de la UMSNH y el maestro Carlos Armando Tena Morelos, director de la facultad anfitriona, en lo que fue la primera actividad del año de este programa nicolaita, la investigadora señaló que la crisis ambiental tiene su origen en una crisis de civilización, “la sociedad se ha olvidado de sentir, ha perdido su capacidad de asombro y compasión por otros seres vivos incluyendo a los mismos seres humanos” dijo.

Actualmente, como humanidad pretendemos estudiar y entender la naturaleza apartados de ella como un objeto inanimado, en lugar de reconocer las conexiones que tenemos entre nosotros y con el mundo natural, -reflexionó la especialista- los mexicanos “somos una sociedad que cifra el sentido de la vida en el valor de las cosas y en el dinero como bien supremo, ese es uno de los grandes errores en los que hemos caído, es necesaria una transformación en la manera de percibir y tratar a la naturaleza, el planeta es un organismo vivo donde todos somos componentes del mismo, de inicio pensar así ya implica una transformación, y debemos de seguir experimentando una compasión que nos mueva a hacer algo”.

Y ante ello, afirmó que es necesaria una propuesta de educación ambiental para la sustentabilidad, que abarque todas las dimensiones de la formación humana: espiritual, ecológica, ambiental, social, política, cultural y económica.

Al retomar algunos de los conceptos vertidos en la Carta de la Tierra (una declaración internacional de principios y propuestas redactada por un comité y publicada en el año 2000), Shafia Súcar define la sustentabilidad como un proceso en permanente construcción y adaptación, que exige la atención paralela de las dimensiones para generar condiciones propicias que permitan a los seres vivos satisfacer sus necesidades integrales y a las sociedades humanas además, impulsar la justicia social y la equidad económica, “como universidades, es necesario contribuir a esta sustentabilidad, pero primeramente debemos orientar nuestra visión y rumbo para indicarnos el camino ya que se necesitan cambios fundamentales en la forma de vida y en los valores de nuestras instituciones” comentó.

Poner a las universidades al servicio de la sustentabilidad implica transformar sus estructuras y organización, actualizar sus marcos teóricos y métodos de investigación, transformar la forma en que se ha concebido el currículo, renovar los pensamientos de sus profesores y romper los actuales paradigmas de conocimiento hacia una nueva comprensión y abordaje de los problemas y sus soluciones, aunque eso no significa añadir nuevas materias para abordar la temática ambiental, así como incorporar nuevos paradigmas y saberes de la sustentabilidad en sus arreglos institucionales.

Actualmente las universidades no están hechas para ser sustentables, enfatizó la ponente, no se tiene una estructura como universidad que permita la sustentabilidad; sería más adecuado hablar de contribuir a la sustentabilidad, aunque existen problemas estructurales de fondo que necesitan ser replanteados y un primer paso sería ponernos objetivos pequeños a corto plazo para lograr esos cambios sustanciales. «Trabajar en esos procesos de construcción colectiva, donde es fundamental que también se involucren los jóvenes estudiantes, porque es con el trabajo conjunto como se logran esos pequeños-grandes cambios”.

México necesita integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida de sus ciudadanos, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sustentable; «en la currícula universitaria seguimos enseñando a intervenir a la naturaleza y no a comprenderla, es por ello que actualmente predomina una sobre-tecnificación y una sobre-economización del mundo” explicó.

Debemos de contribuir de manera más activa y personal, no deleguemos responsabilidades a terceras personas, cuando la obligación de velar por el cuidado ambiental es de todos los seres humanos. «Cada uno de nosotros debemos asumir nuestra responsabilidad en ese sentido, ya que tenemos el compromiso de heredar a futuras generaciones las condiciones favorables para la satisfacción de sus propias necesidades. No hacer algo para contribuir es una decisión personal, pero la apatía y la indiferencia resultan ser las posturas más egoístas, y antinaturales que se pueden adoptar” concluyó Shafia Súcar.

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