Los mexicanos deben caminar hacia la adquisición reflexiva de bienes para aprovechar su poder de compra

28 noviembre, 2018

 

• La mercadotecnia orilla a la compra irreflexiva en la que se confunde la mercancía con el status social.

Dentro del ciclo de conferencias Cafés Nicolaitas: Ciencia al descubierto, organizado por la Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, se hizo énfasis en la necesidad social de comprar reflexivamente, en efectivo, analizando la caducidad de la mercancía y los términos de los créditos que ofrece la banca si se quiere aprovechar al máximo el poder de compra.

Rodrigo Gómez Monge, director de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga”; Federico González Santoyo y Alberto Cortés Hernández bajo la moderación del director del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales de la Casa de Hidalgo (ININEE), José Carlos Alejandro Rodríguez Chávez; analizaron la idiosincracia mexicana para comprar bienes de consumo y el decremento de la capacidad de compra durante los últimos 30 años en México.

Federico González Santoyo, doctor en Ingeniería de Investigación, en Ciencias Administrativas y en Economía y Empresa, resaltó que el consumidor mexicano no considera cuando compra a crédito las condiciones de una oferta y muchas veces el artículo caduca antes de que acabe de pagar “en abonos chiquitos”, casi un 50 por ciento adicional del valor de lo adquirido.

Es necesaria la educación de los ciudadanos para que compren de manera reflexiva, pensando en lo que realmente necesitan, ubicar el lugar en dónde lo adquieren a mejor precio y cuáles son las condiciones de los créditos que se promocionan y analizar su capacidad de pago de estos últimos.

Para el director de la Facultad de Economía, Rodrigo Gómez Monge, doctor en Economía Aplicada por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), así como en Ciencias Administrativas por el Instituto Politécnico Nacional, mencionó cómo la canasta básica establecida por la UNAM en 1987, basada en 40 alimentos diferentes con una capacidad nutricional para mantener la salud en una familia de 4 personas, hoy en día tiene un costo mensual de 245 pesos diarios, mientras que el salario mínimo viente es de 80 pesos, lo cual a todas luces no permite cubrir a una familia mexicana promedio sus necesidades nutricionales.

Por otro lado afirmó que si bien en 1987 esos mismos 40 alimentos se compraban con la mitad del salario mínimo, esto es, al mes podía la familia adquirir una canasta y media y estar bien alimentados, hoy puede comprarse una tercera parte mensual de la misma.

En otro criterio que toma en cuenta lo que le gusta comer a los mexicanos dejando de lado el aspecto nutricional, la situación no cambia mucho, ya que tampoco el salario mínimo alcanza para satisfacer las necesidades alimenticias.

Para el doctor en ciencias Administrativas, Alberto Cortés Hernández, el marketing o estrategia de ventas actuales busca la compra del artículo no como algo necesario sino como un insumo que da a la persona una identidad, pertenecer a un grupo social que compra en tiendas “exclusivas” marcas determinadas que le proporcionan un “status social”.

El consumismo norteamericano es el mejor ejemplo de este tipo de poder de compra, en donde se gasta no en lo necesario, sino en lo que puede dar un valor a la persona o popularidad, camino que sería deseable los mexicanos no siguieran y que voltearan hacia el mercado interno, consumiendo lo local o regional, con criterios basados en la calidad del producto, la necesidad del mismo y su tiempo de vida útil.

Por lo que toca a las compras a crédito, muchas veces se tornan riesgosas ya que si se trata de bienes perecederos como la comida, no sólo no se ahorra, sino que se gasta de más, sin importar la oferta; además, cuando se trata de bienes como automóviles, aparatos electrodomésticos o mueblería, es bueno analizar la calidad y las condiciones del crédito, porque ese bien podría ya ser inservible al momento de terminar los pagos a plazos.

Los tres expertos concluyeron junto con el director del ININEE, que frente a un cambio de gobierno sexenal en México, debe aprovecharse la capacidad de compra en invertir en productos nacionales, fortalecer la economia agrícola y pecuaria del pais, así como la inversión en tecnología propia.

 

 

Federico González Santoyo: «El consumidor mexicano debe aprender a comprar de manera reflexiva y no por impulso».

Rodrigo Gómez Monge: «De 1987 a la fecha, el poder adquisitivo de los mexicanos se ha reducido en un 75 por ciento».

Alberto Cortés Hernández: «El mexicano está dejando de lado la compra por necesidad, para adquirir bienes por identidad o status social».

 José Carlos Alejandro Rodríguez Chávez: «El mexicano debe favorecer con su poder de compra el mercado interno».